Pandemia, RRSS, ocio y otras hierbas.

Mi abuela dicen que decía (sí, dicen que decía porque murió cuando yo tenía 3 años y frases como esta siempre llegan por tradición oral) “La ociosidad es la madre de todos los vicios”. Hoy se que se trata de un refrán atribuible a la sabiduría popular, pero de que es cierto, es cierto.

En estos momentos, a nivel mundial habemos una gran cantidad de personas “guardadas” en nuestras casas, ya sea por obligación o de forma voluntaria con el único fin de lograr que la famosa curva “se aplane” y el Covid-19 no nos contagie a todos de golpe y porrazo.

A diario aparecen nuevos memes sobre la vida en confinamiento, que si Jack y Wendy Torrance en “El resplandor” mejoraron su relación de pareja o no, que si se puede agregar por favor el divorcio a Chile Atiende y poder solicitarlo sin clave única, que si acaso las autoridades van a habilitar campamentos de verano gratuitos para todos los menores de 18 durante un mes (ojalá en cuanto termine la pandemia y por favor que se vayan a lo menos un mes).

Paralelamente a todo esto, aprendemos a teletrabajar, creemos que le copiamos a Marie Kondo, cocinamos, hacemos reuniones de trabajo virtuales (que tienen la misma eficacia que las presenciales, o sea poca), hemos sido auxiliares de la educación con nuestros hijos, pero, sobre todo, pasamos una enorme cantidad de tiempo frente a las pantallas. Grandes y chicos, sin distinción.

Conocemos o hemos escuchado hablar de Youtube, Instagram, Snapchat, Tiktok, y otras plataformas para compartir vídeos que explotan las necesidades de ese pequeño (o enorme) exhibicionista que todos llevamos dentro.  Ahora será el turno de Likee que es una aplicación creada en 2017 en Singapur, y su función es muy parecida a la de Tiktok (le dicen el Tiktok pirata) por lo que a diario ingresan millones de usuario, la gran mayoría menores de edad a divertirse haciendo vídeos de bailes y otros que luego, comparten en la plataforma.

¿Que caso tiene que aparezca una aplicación que hace exactamente lo mismo que otra (Tiktok vs. Likee)? Primero que todo, es que reportan beneficios económicos a sus creadores, pero también aprovechan la necesidad de “escape” de sus usuarios, es decir, ningún joven quiere tener a sus progenitores metidos al medio de sus actividades sociales, y buscan ávidamente un poco de “privacidad”, para poder mostrar sus actividades al mundo, pero ojalá, no a sus padres.

Lamentablemente, se ha descubierto que en esta plataforma una gran cantidad de usuarios espectadores están dejando comentarios de alta connotación sexual, sumamente agresivos para la edad de los niños que aparecen en los vídeos, abriendo nuevamente el debate sobre el grooming y la pedofilia.

A través de redes sociales, ha comenzado a circular preocupación sobre esta situación.

Durante el tiempo de cuarentena cada día más niños están acercándose a las tecnologías, y el hecho de que en muchos casos estemos presentes físicamente, también pongamos atención y acompañemos a nuestros hijos en el uso de las aplicaciones, y explicarles qué conlleva exponernos a través de las redes.

Podemos aprender mucho de esta “experiencia pandémica” viendo como el uso de plataformas se nos va dando de modo un poco más natural, nuestros hijos pasan por el mismo proceso (ellos empezaron antes), por lo que podemos incorporar juegos y actividades familiares de pantalla a nuestros hogares, es cosa de ser creativos, pero no los dejemos solos, en esta etapa de sus vidas todo es descubrimiento y necesitan de apoyo constantemente.

Esto está en nuestras manos, no permitamos que se nos escape, promoviendo siempre las instancias de comunicación en nuestros hogares, esto es primordial.

 

¿Qué consumen nuestros hijos en las plataformas digitales?

¿Será una nueva “profesión”?

El 1 de junio se conmemora el Día Internacional de la Infancia, y en el marco de esta celebración, Lingokids realizó una encuesta para saber qué desean ser de mayor los niños y niñas que usan la plataforma.

Los menores tenían un abanico de 14 opciones de las cuales sólo debían elegir 3, los resultados dieron como ganadoras a profesiones que por años han sido muy atractivas para niños y niñas, así un 26% respondió que quería ser deportista, un 22% eligió ser médico y otro 22% policía; el lado artístico despertó el interés de un importante porcentaje de los encuestados (18%), hasta ahí todo muy normal.

Pero hubo un número no menor de niños que tuvo entre sus profesiones favoritas el de youtuber o influencer, un 16% de todos los encuestados declaró esta preferencia, dejándola entre las cinco favoritas.

Natalia Sepúlveda, de Lingokids señala en el artículo que «a edades tempranas, las respuestas de los niños acerca de qué quieren ser de mayores vienen condicionadas por el imaginario infantil, por lo que ven en el cine o la televisión o por sus propios gustos o aficiones. Por eso es frecuente que quieran ser futbolistas, bomberos, veterinarios, profesores etc. La elección de la profesión de youtuber denota, por un lado, la influencia que comienza a ejercer Internet y las redes desde el inicio de nuestra vida, y por otro, los hábitos de consumo de los más pequeños respecto a los contenidos que ven en los dispositivos electrónicos».

En otro estudio que realizó la misma compañía, respecto al tiempo de exposición de los menores (españoles) reveló que el 64% de los niños entre 2 y 8 años cuenta con su propia tablet o smartphone, y un 52% lo utiliza a diario. En cuanto al tiempo que dedican en cada sesión, el 54% de los niños emplea entre 30 y 60 minutos, y un 32% afirma destinar más de una hora, e incluso más de dos, lo que se traduce en que un 43% de estos menores pasa más de 6 horas a la semana con dispositivos móviles, y un 32% entre 4 y 6 horas semanales.

Y, según el mismo estudio, lo que más ven es vídeos de YouTube: un 29%; películas y dibujos animados (23%); aplicaciones educativas (21%), los videojuegos (21%) y las redes sociales (6%).

Tomando en cuenta estos datos, que revelan el alarmante aumento de exposición de los niños a las plataformas digitales, se hace imprescindible que los padres estén atentos a los contenidos consumidos por sus hijos, el tiempo que dedican a esto.

Fuente: Lingokids, plataforma digital especializada en el aprendizaje de inglés para niños de 2 a 8 años.

Problemas generados por las TICs

Es indiscutible que el avance tecnológico trae consigo un sinfín de beneficios, cuando es aplicado de manera correcta en los diferentes ámbitos de la vida, sin embargo, estos beneficios también vienen acompañados de invitados indeseados por lo que es de vital importancia que sean detectados a tiempo.

“Inmediatez”

Vivimos en la era donde todo lo que hacemos debe ser para ayer.
Dado que estamos inmersos en la tan bullada Sociedad de la Información es que requerimos, aunque a veces no sea necesario, que toda respuesta sea inmediata.
Es debido a esto que la comunicación se ha vuelto angustiosa, pues constantemente somos bombardeados a través de diferentes medios, sean estos formales (por ejemplo, relacionados al trabajo) o informales (relacionados con familia y/o amigos), pero todos tienen un factor común:
Si se te envió algo, se asume que lo recibiste y se espera que tu reacción sea rápida o INMEDIATA.
Llega a parecer una competencia a ver quién es el primero en enviar el último meme, burla o pensamiento y, debido a eso vamos, de a poco, poniendo nuestra vida en una vitrina virtual.

Ahora ya!

“Frustración”

Viene como una de las consecuencias directas de la inmediatez, pues al ver que las necesidades no son cubiertas en el tiempo que YO quiero, me molesto, genera impotencia, etc. y como estamos perdiendo la costumbre de tener que esperar para obtener lo que buscamos, nos frustramos.
Esto no solo aplica para la información, sino para prácticamente cualquier actividad que se realiza hoy en día, como, por ejemplo, una compra -si no me alcanza para algo: fácil, me endeudo; si no sé algo, le pregunto a “San Google”, y no importa si la respuesta es la correcta, lo importante es que sea rápido.

“Adicción”

Creo que salta a la vista cómo hoy en día vemos a más y más personas literalmente “metidas en el teléfono” -me incluyo-.
Es que es lógico, traemos de todo en el bolsillo.- radio FM, mini consola de juegos, tele, brújula, mapas, calculadora, lupa, linterna, diario, revistas, personal trainer, asistente, micro pc…..
¡OH! además de un teléfono.
No es de extrañar que entonces pasemos una gran cantidad de horas al día mirando esa mini pantalla y, si a eso le sumamos las horas que algunos miramos el computador en el trabajo, llega a ser ridículo.
Pero, después llegamos a la casa y en vez de buscar conversación, ¡¡seguimos “conversando” por alguna red social!!

Da para pensar, ¿¿o es muy tonto lo que estoy diciendo??

Ser padres en la era digital

Ser padres nunca ha sido una tarea sencilla puesto que los hijos nunca han venido acompañados de un manual de instrucciones.

Si miramos atrás, nos daremos cuenta de que nuestros padres, salvo excepciones que habitualmente escapan a la regla, lo hicieron lo mejor que pudieron.

Si seguimos mirando hacia atrás, las generaciones anteriores cumplían con el mismo patrón, cada cual haciendo su mejor esfuerzo en brindar siempre las mejores oportunidades a su descendencia.

Volvamos al hoy:

Como nunca antes nos encontramos en un momento histórico en el cual todo el acceso a información está, literalmente, en la punta de nuestros dedos y dicha facilidad trae consigo la cuota de responsabilidad asociada.

Es por todos sabido que en el mundillo de Internet existe información apta para todas las edades, pero también existe aquella que no quisiéramos ver al alcance de los niños, y es ahí donde tenemos que tomar acciones para garantizar el correcto desarrollo de ellos -los niños- tanto en su salud física como en la mental.

Te invitamos a que te sumes a nuestra cruzada por tener una sociedad tecnológicamente responsable, donde la actitud en las redes esté en sintonía con la actitud en el mundo físico para que juntos construyamos una correcta Ciudadanía Digital

Ahora es más complejo, pero el objetivo es el mismo